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Los amantes de la arquitectura civil disfrutarán con esta visita. El interior de la muralla encierra un buen número de palacios de diferentes estilos arquitectónicos, un patrimonio que retrata el esplendor de la ciudad.

Que en Ávila se come muy bien no es un secreto para nadie. En cualquier restaurante de la ciudad te podrán servir unas buenas judías del Barco de Ávila, un chuletón y unas Yemas de Santa Teresa.

El Rey Niño, La Princesa Mora, Mal Que Os Pese La Veré… Estas son algunas de las leyendas más conocidas de Ávila que han sobrevivido a los años gracias a la tradición oral y escrita.

Un buen plan para cualquier época del año es seguir la huella de Santa Teresa de Jesús. En Ávila podrás visitar la cada donde vivió, su primera fundación o el convento en el que vivió, entre otros lugares.

Algo que caracteriza Ávila es haber sido la cuna de la Mística. Por eso también es el lugar idóneo para poder comprender e interioridad el fenómeno místico.

Como cada mes de septiembre, durante un fin de semana tiene lugar “Ávila Mágica”, un evento que fusiona el encanto de la magia con el patrimonio de la ciudad en calles y plazas.

Con espectáculos dirigidos a los más pequeños, el circo inunda cada año las calles de Ávila al finalizar el verano. Los espectáculos tienen lugar en las calles y en los principales palacios de la ciudad.

Desde la propia ciudad salen múltiples senderos para los apasionados de las caminatas. Ávila está rodeada de fincas de monte bajo. Puedes salir a dar un paseo por la naturaleza sin tener que desplazarte.

Al igual que ocurre con los senderos, los aficionados a las bicicletas encontrarán fácilmente un camino que les permitirá pedalear sin peligro disfrutando de la naturaleza en estado puro.